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Robert Carlsson
Hace más de dos décadas, emprendí un viaje académico en la MBA Business School, actualmente Canary Islands Business School. Como estudiante de Bachelor en esta histórica y prestigiosa institución, entre los años 2000 y 2003, encontré un entorno educativo diferente, cercano y práctico. Cuando comencé la carrera en el 2000 nunca se me pasó por la mente que más de veinte años después estaría dando clases a alumnos de Bachelor, y realizaría el Máster Executive MBA en el mismo centro. Me gustaría compartir estas dos experiencias, y como me han marcado a nivel personal y profesional.
Desde el primer día como estudiante de carrera en la Canary Islands Business School, quedé contento por la dedicación y atención que los trabajadores y docentes del centro brindaban a los alumnos. Reafirmó que la decisión que había tomado fue la correcta. La calidad de la enseñanza y el ambiente entre alumnado y profesorado, con un aprendizaje estimulante, fueron fundamentales para aumentar mi motivación y crecer personalmente. Los profesores no solo eran expertos en sus campos, sino que también mostraban un profundo compromiso con el éxito de sus estudiantes. Siempre dispuestos a ofrecer apoyo, solventar dudas y compartir su conocimiento de manera apasionada. Esta interacción cercana con los docentes fue un elemento crucial en mi formación académica y mi desarrollo como futuro profesional.
La Canary Islands Business School también destacaba por su profesionalismo y enfoque en la preparación de los estudiantes para realizar el último año en una universidad extranjera y posteriormente incorporarse al mundo empresarial. En mi caso, cursé este último año en la University of the West of England en la ciudad de Bristol. Una ciudad en el suroeste de Inglaterra cerca de la costa y con un ambiente y entorno muy universitario. Fue todo un reto y probablemente uno de los mejores años y experiencias de mi vida. A nivel académico este año me brindó la oportunidad de experimentar la vida universitaria anglosajona en un campus con miles de estudiantes. A nivel personal fue la primera vez que vivía fuera de mi hogar, y tuve la suerte de conocer a gente maravillosa con la que todavía a día de hoy sigo teniendo contacto.
Los programas académicos estaban diseñados para brindar una sólida base teórica, pero también fomentaban el desarrollo de habilidades prácticas. Participar en proyectos reales y actividades extracurriculares me permitió aplicar lo que aprendía en el aula a situaciones del mundo real. Al acabar la carrera satisfactoriamente, comencé un programa para jóvenes talentos en el ya extinto Banco Pastor, posteriormente integrado en el Banco Popular. Esta experiencia me sirvió para aprender el funcionamiento de la banca comercial y comenzar una carrera profesional en el sector financiero. Tras poco más de un año en banca, me incorporé al equipo de ventas de derivados para cliente institucional extranjero en Ahorro Corporación. En el 2005 era una sociedad de valores con más 700 empleados con su sede en un edificio en el Paseo de la Castellana, 89.
Veinte años después de completar mi carrera, regresé a la Canary Islands Business School para emprender un nuevo desafío: el Máster Executive MBA. En un mundo empresarial en constante cambio y buscando nuevos retos, sentí que era el momento adecuado para dedicar tiempo en mi formación y actualizar mis conocimientos. La cercanía y compromiso que había experimentado como estudiante de carrera siguen siendo una parte integral del centro.
Debo decir que es todo un reto compaginar la vida personal y profesional con el máster, algunas semanas se hacía agotador ir a clases viernes por la tarde y sábados por mañana, pero el compañerismo que se generó entre el alumnado y la actitud de los profesores ayudaba mucho a que acudiese animado y motivado. Los aproximadamente cuatro o cinco meses que dura la parte troncal del máster en mi caso pasaron volando. Son asignaturas muy dispares, con un aprendizaje dinámico, tareas en grupo y en las que de requieren una participación muy activa por parte de los alumnos. Los dos meses de la especialidad, en mi caso la de Gestión y Dirección de Empresa, en algunos momentos se hace un poco cuesta arriba, ya que hay que compaginar las clases con la realización del Trabajo de Fin de Máster (creación de un proyecto empresarial innovador). Adicionalmente esto se me junto con cambios en mi carrera profesional. En cualquier caso, al final se consigue sacar adelante!
En estos siete meses del Máster, pude apreciar nuevamente la experiencia y conocimiento que ofrecen los profesores de la Canary Islands Business School, entre los que se encuentran directivos de reconocidas empresas locales y empresarios de éxito. Sus perspectivas actualizadas sobre las tendencias empresariales, y su capacidad para relacionar la teoría con la práctica me brindaron una visión del mundo empresarial actual. Este regreso como estudiante a la Canary Islands Business School fue un recordatorio de por qué esta institución se mantiene como una referencia en formación para futuros y actuales profesionales del mundo empresarial.
Para finalizar, mi viaje en todos estos años con la Canary Islands Business School, desde mi etapa de estudiante de carrera en el 2000, hasta mi regreso para completar un Máster Executive MBA en 2023, ha creado un vínculo muy fuerte con la escuela. El impacto que esta institución ha tenido en mi desarrollo personal y profesional es indudable. Agradezco a todos los trabajadores del centro y al equipo docente por su compromiso y profesionalismo a lo largo de los años. Mi historia es un testimonio de cómo una formación de calidad, y una comunidad educativa con un equipo comprometido, pueden influir positivamente en la vida de sus alumnos a lo largo del tiempo. La Canary Islands Business School seguirá siendo una parte fundamental en mi viaje de aprendizaje continuo, tanto de alumno, como de profesor.